Los hechos ocurridos durante los últimos años en la Madrugá sevillana y, concretamente, el caos generado en la pasada Semana Santa han terminado de llenar un vaso que estaba casi lleno del todo. No se puede seguir jugando con la seguridad de los que disfrutan de la Semana Santa y el Ayuntamiento de Sevilla va a tomar medidas.
De hecho, según publica Diario de Sevilla, el Consistorio hispalense ya tiene esbozado un borrador en el que se recogen una serie de medidas encaminadas a evitar que se repitan situaciones que restan valor a una fiesta en la que el disfrute de todos de un modo respetuoso y la seguridad deben ser prioritarios.
Así, según este medio, para la próxima Madrugá se planea el cierre de los bares y tiendas de determinadas zonas del centro entre las 23:00 del Jueves Santo y las 6:00 del Viernes Santo. Una medida que a buen seguro no compartirán los hosteleros, pero que desde el Ayuntamiento consideran clave teniendo en cuenta los precedentes.
Además, se planea la restricción de público en las principales calles del centro y algunas de barrios emblemáticos como Triana, limitándose la asistencia a un 60% de la capacidad total de las calles, aunque asegurando el acceso para residentes, trabajadores y abonados de la carrera oficial. Igualmente, se prohibirá el acceso con elementos sospechosos, sillas y personas que vistan prendas con capucha, con las cuales pueden burlar las cámaras de seguridad. Concretamente, las calles donde se plantean los cambios son Arfe-Postigo-Adriano, Alfalfa-Pescadería-Argote de Molina, Betis-Altozano, Plaza del Duque, Plaza de la Encarnación, Orfila-Javier Lasso de la Vega, Cuna, Reyes Católicos-Puente de Triana y San Pablo-Magdalena
La otra medida que ya ha trascendido es la multiplicación de las cámaras de seguridad.
R.T.