Seis siglos de Esperanza. Eso es lo que la Esperanza de Triana con este Rosario de la Aurora celebra, en resumen, el próximo domingo 30, cuando el alba esté rompiendo la noche cerrada sobre el arrabal. Esta será la primera de la salida y la más íntima de todas ellas, con la que la dolorosa de Pureza regalará un viaje al que no volvía desde hace más de medio siglo.
Serán casi ocho horas de travesía en andas para cobijarse bajo los naranjos de El Tardón. Como en aquellas Misiones Populares en las que las imágenes del centro de la ciudad salieron de la Sevilla amurallada e histórica para visitar las periferias. En aquella ocasión, a la Esperanza le correspondió ir a lo que entonces era el barrio más alejado de esta orilla del río, El Tardón. Hasta allí se desplazará en un recorrido por calles que no han recibido la mirada de la dolorosa marinera.
Será a las siete y media de la mañana cuando el cortejo, en el que irán 500 hermanos, se ponga en la puerta de la Capilla de los Marineros. Desde su casa, emprenderá este Rosario de la Aurora que la llevará en esta primera parte o recorrido de ida por las calles de su barrio y a la capilla de la Hermandad del Rocío de Triana. Todo para alcanzar la Fundación Carrere alrededor de las 10.00, donde media hora después comenzará una misa para el recuerdo con el abrazo de los ancianos de la residencia.
Se espera que a las 12.00 la Esperanza comience el regreso hasta la Capilla de los Marineros. Pero antes surcará las calles íntimas que tienen su corazón en la Parroquia de San Gonzalo. Después, llegará el momento de dos encuentros que son una tradición en sí misma: la visita al Hospital Infanta Luisa y, posteriormente, el encuentro cara a cara con La Estrella en su capilla de San Jacinto. Todo para cerrar un gran día de celebración y amanecer a las tres de la tarde, cuando la Esperanza vuelva a cruzar el umbral de la Capilla de los Marineros.
M.P.M.