Jóvenes con talento y, sobre todo, con mucho arte. Así es este grupo de amigos que han ido más allá, y ahora no sólo les une una gran amistad sino un proyecto común firmado con sus voces. Álvaro Urbano, Ángela Agar, María Aguilar, Kike Pagés, Carmen Calle, Paloma Martínez y Carlos Mateos son los protagonistas que dan vida a este sueño hecho realidad que tiene como resultado ‘La Cava’, un grupo musical que con letras originales, un estilo pulido y voces únicas están conquistando a todo el mundo.
Triana es el nexo de unión y, de la misma manera que esta orilla de Sevilla les ha acunado y les ha visto dar sus primeros pasos en el mundo de la música, ahora es el barrio que sirve de testigo para la presentación de su primer disco, pues su música sonará sobre el escenario de la Velá de Santa Ana, ocupando el día 22 de julio un privilegiado lugar en la agenda de una de las fiestas mayores de Triana. Un concierto solidario a beneficio del Rocío de Triana, hermandad que, hace ya muchos años, les juntó en el mismo camino formando parte de su coro.
Con el paso de los años, lo que era una afición se volvió una pasión de la que disfrutan todos los días. Pero ya no sólo se trata de compartir buenos ratos en torno a una guitarra, pues quieren hacer participar a todo el mundo de estos momentos entre amigos, mostrando así cómo a las nuevas generaciones les corre por la sangre el arte trianero.
Hoy conoceremos un poquito mejor a la persona que hay detrás de Álvaro Urbano, recién licenciado en derecho y verdadero impulsor de este proyecto, cuyas letras han salido de su ingenio, además de haber producido y promocionado el disco. Un músico con mayúsculas, que es capaz de plasmar como nadie los sentimientos sobre papel, dándole melodía a lo que es toda una poesía.
– ¿Cómo surge ‘La Cava’?
– Todo surgió con la idea de grabar mis propias canciones para tenerlas de recuerdo y que la gente, a su vez, las pudiera conocer. Al principio sólo iba a ser para las personas más cercanas, pero al darme cuenta de que podía sacarse como algo más serio decidí invertir en ello.
– Por vuestro nombre, Triana tiene un peso importante, ¿qué significa este barrio en vuestras vidas?
– Esta orilla no deja de ser una parte de Sevilla, pero guarda la esencia familiar y cercana de su gente, de las hermandades y los bares… Es un pueblo y si te metes en la vida del barrio no tienes más remedio que enamorarte de él.
– ¿Qué supone para vosotros estrenaros en la Velá de Santa Ana?
– Una ilusión enorme y a la vez una gran responsabilidad. He intentado transmitir al grupo que disfrute de esta oportunidad y que sólo piense en pasar un buen rato, siendo así seguro que conseguiremos transmitírselo al público.
– ¿Alguien dijo miedo?
– No le llamaría miedo, pero si respeto… Al cantar ante tanto público es necesario dominar los nervios e intentar conjugar el pasárselo bien con el dar un espectáculo digno y profesional.
– Sé que por separado algunos tenéis otros grupos musicales, pero ¿qué tiene de particular ‘La Cava’?
– Musicalmente puede pasar por un grupo más, pero en este caso lo peculiar es que nosotros no versionamos canciones, sino que tenemos un repertorio propio. Es una pena que con la cantidad de grandes compositores jóvenes que hay en Sevilla se recurra con tanta frecuencia a las versiones ya tan repetidas para que la gente acuda a un concierto.
– Sois voces muy diferentes, ¿qué matiz aporta cada uno de los miembros del grupo?
– La personalidad de cada voz le da un toque especial a cada canción. Pensé y le di muchas vueltas a la hora de escoger las canciones que más se acoplaran a cada uno, pero después de tanto trabajo creo que el resultado es el que buscaba, un producto diferente y muy bueno.
– En menos de un mes habéis vendido 500 copias del disco, ¿Esperabais esta aceptación?
– Realmente no esperaba una respuesta tan rápida, pues en un mes se ha vendido prácticamente la totalidad de las copias. Sólo se vendían en el bar Baraka y en Don Regalón, pero los últimos ejemplares que nos quedan los pondremos a disposición del público tras el concierto de la Velá.
– ¿Queréis hacer de la música vuestro modo de vida o es un simple hobby?
– La música ya es nuestro modo de vida, ninguno nos imaginamos una día donde no haya melodía, aunque otra cosa es poder vivir de ella. En principio es otra vía que se abre en el horizonte, pero siendo realistas hay que ir paso a paso…Ojalá nos esperen muchos éxitos y podamos disfrutar de la música en un sentido profesional.
– Como impulsor de este proyecto, ¿qué esperas de él?
– Sinceramente no espero nada y lo espero todo a la vez con este disco. Es cuestión de muchos factores que este proyecto tenga futuro, de mi parte desde luego está toda la carne en el asador. Sólo falta esperar que la suerte nos acompañe y que sepamos hacer las cosas bien para que sea algo a largo plazo.
– Has compuesto todas y cada una de las canciones, ¿dinos qué podemos encontrar en las letras de este disco?
– En mis letras se pueden encontrar historias y recuerdos propios, creo que la gente se identifica mucho con las canciones y en parte de ahí el éxito que ha tenido. Soy muy cabezota en mis letras e intento que en cada estrofa haya un mensaje o una frase que marque a quien la escuche.
– ¿Las canciones están escritas pensado en las voces del grupo o son hechas a título personal?
– En este caso son un recopilatorio de canciones escritas desde los 15 años y hasta hace poco no pensé en cómo sonarían en las voces de otras personas. Lógicamente las he adaptado un poco a lo que cada voz requería, para darle así un sello propio y un pellizco personal.
– Eres una caja de sorpresas, cantas, compones, tocas varios instrumentos… ¿De dónde viene esta pasión por la música?
– Realmente no lo sé, supongo que en mi casa hay mucho arte y oído, por lo que desde pequeño me he criado en un ambiente donde la música estaba muy presente. Sólo he ido cultivando lo que venía de serie…
– ¿Con qué faceta musical te quedas?
– Me quedo con mis letras, porque mucha gente canta, pero para mí es mucho más bonito que una persona suelte una lágrima o una sonrisa gracias a tu manera de contar una historia. Es muy difícil y a la vez muy gratificante poder transmitir un sentimiento.
Sonia Saco