Hace unos meses os contábamos el traslado de la Fundación Cristina Heeren al corazón de Triana, al número 76 de la calle Pureza. Las obras avanzan a buen ritmo y hoy os mostramos la recuperación de una joya: los suntuosos paños de azulejería de su patio central, ya recolocados.
Los antiguos azulejos ya están colocados en el patio de la nueva sede de la Fundación Cristina Heeren en Triana, tras su conservación y recuperación. Cada paño alberga una escena sobre Sevilla, su patrimonio y costumbres, y de otras ciudades españolas.
Esta casa había sido fruto del abandono en los últimos años a pesar de estar en un lugar privilegiado de esta zona tan marinera del arrabal. La Fundación Cristina Heeren, sin ánimo de lucro y con el objetivo de difundir el flamenco, eligió esta casa como su nueva sede después de vagar por otros locales de la ciudad. Aunque los trabajos de restauración están siendo arduos, ya se han recolocado los azulejos de su patio central, una joya de la casa, y se conservará la fachada tal y como está.
La futura escuela, situada en la sevillana calle Pureza 76, contará con un total de 1.500 metros cuadrados construidos. El proyecto de reforma del inmueble, diseñado por el estudio Balbontín Arquitectos, prevé un total de diez aulas de distinto tamaño, tipología y equipamiento; recepción, secretaría, patio, salón de actos, vestuarios y almacenes, más zonas de administración. Dentro de unos meses el flamenco más activo dotará a nuestro barrio de una programación y cultura que, añadida a la ya ofrecida, conformarán una Triana más rica y, si cabe, más flamenca.
R.T.
