No es que sea un problema específico de nuestro barrio, pero es cierto que la atención primaria en los centros de salud de Triana lleva generando quejas de los vecinos varios meses.
La pandemia por la que la sociedad mundial está atrevesando desde marzo ha hecho que muchos servicios hayan visto mermada su calidad. Uno de los más visibles es la sanidad y su atención primaria. Donde antes el médico de cabecera atendía en su consulta a pacientes como parte de la rutina, ahora solo existen llamadas telefónicas.
Las quejas que han llegado a nuestro buzón en los últimos meses se centran en que esas llamadas muchas veces no llegan a producirse. Tenemos casos tanto del centro de salud Amante Laffon, como de El Cachorro. La última viene de una vecina que denunciaba: «No me llamó mi médico y hoy tras 42 llamadas seguidas de colgar y llamar sin parar, me lo cogen y me dicen que como no especifiqué que quería hablar con mi médico, solo me han renovado medicación y listo».
La denuncia que hoy aquí trasladamos se basa en el descontento de la población antes unas necesidades básicas a veces, y no tanto otras. El barrio de Triana, como muchos otros puntos de la geografía nacional, reclama un atención primaria en la que los médicos tengan los recursos suficientes para poder desempeñar su trabajo, ya que en sus manos recae la salud de sus vecinos.