El domingo se resolvió en una mañana a la orilla del río entre cañas y una noche de pies inquietos y risas en el antiguo Hotel Triana.
La ciudad aún no se había despertado y en la zapata del río una procesión de más de 50 pescadores iban tomando posiciones para comenzar con la última actividad deportiva de esta Velá. El concurso de pesca llenó la orilla trianera del río de personas en busca de una carpa de buen tamaño que les diera la victoria. Los curiosos se asomaban desde la balconada de Betis para ver cómo volaba el sedal rumbo a las aguas en busca de suerte. Con el calor apretando conforme se acercaba el mediodía y los remeros mirando curiosos a su paso, después de tres horas llegaba el momento del pesaje. De los viveros de malla salían pescaditos pequeños y algún gran ejemplar que causaba sensación. Cada botín se pesaba y luego se devolvían los peces al río para que siguieran nadando unos años más.
Mientras, en los bajos del Puente de Triana al inicio del Paseo de la O, se preparaba el arroz y se pinchaban los barriles para la entrega de premios. Delegada y directoras del distrito llegaron para ser las que entregaran los galardones, más de una veintena. Con más de cuatro kilos de pescado, el vencedor de este año fue Julián Fuentes Gutiérrez, siendo el segundo puesto para Ramón Medina Gómez y el tercero para Francisco Cordero Orihuela.
Tras la entrega de los trofeos de la pesca, llegaba el momento de reconocer a los vencedores del torneo de petanca. En este certamen habían participado 8 equipos de tres personas cada uno, alzándose con la victoria el Altozano B, dejando como subcampeones al Altozano A y, en el tercer puesto, a Infantes A. El primero y el tercero no pudieron recoger sus premios ellos mismos porque se encontraban competiendo en ese momento. [SIGUE LEYENDO TRAS LA GALERÍA]
Tras las horas intensas del calor, llegaba la noche y el movimiento se trasladaba hasta el antiguo Hotel Triana. A las 21.30 era el momento de las risas con El Ambigú de la Cadena SER, que llenó de carcajadas el recinto con el equipo capitaneado por el célebre Capitán Adobo. Con ingenio y mucho arte montaron un gran programa de humor en el que Triana fue la absoluta protagonista, y que contó con un invitado sorpresa: Demarco. El cantante utrerano deleitó a los presentes con uno de sus grandes éxitos, ‘La isla del Amor’, y luego compartió charla con los presentadores del programa.
Y llegó el momento de los conciertos. Subían primero al escenario los integrantes de Calle Pureza, que convirtieron con su energía el ambiente en el de una caseta impresionante de nuestra añorada Feria. Ritmo, alegría desbordante y una selección de canciones y popurrís de artistas como Estopa (con los que es imposible no venirse arriba). Aunque esta noche había menos público por ser domingo, los que estaban de pie y muchos de los que estaban sentados se dejaron llevar por estos chicos que llenaron la noche de fuerza. Terminaron con la intepretación de su primer single, que sacaron en plena pandemia: ‘María Juliana’. Después era turno del Coro de la Hermandad del Rocío de Triana, que basó su programa en las sevillanas. Sus voces imponentes resonaban con fuerza en el patio, la gente bailaba en el fondo y los ecos de sus palmas se escuchaban desde la calle Castilla. Un colofón perfecto para este penúltimo día de Velá de Santa Ana en este año atípico.