Estaba previsto que el Ayuntamiento de Sevilla terminara de retirar toda la cera de las calles de la ciudad el próximo 14 de abril, pero las pocas cofradías que han salido y el trabajo intensivo de los servicios de limpieza han conseguido eliminar todos los restos de la penitencia en tan solo doce días.
Los trabajos tenían que haber comenzado el Domingo de Resurrección de madrugada. Desde esa noche, cada día se debían dedicar siete horas a eliminar los restos de cera de las calles de Sevilla. Por adecentamiento de las vías y también para evitar accidentes por deslizamiento. Pero el consistorio adelantó los trabajos al mismo Domingo de Ramos y durante la Semana Santa se fueron limpiando zonas muy transitadas por el tráfico y los peatones, como el Puente de San Bernardo, la Plaza del Altozano, la calle Tetuán o Adriano.
“Se ha conseguido finalizar una semana antes, quedando limpias todas las calles de la ciudad donde la cantidad de cera ha sido tal que se ha precisado la aplicación de medios mecánicos para poder desprenderla del pavimento”, ha detallado Maximiliano Vílchez, delegado de Urbanismo y Medio Ambiente. En las labores de limpieza han participado cinco equipos de limpieza formados cada uno por tres operarios, un camión lavadora y una máquina desincrustadora.
Aunque muchas de las hermandades no haya podido realizar su estación de penitencia por la lluvia, los viacrucis previos a la Semana Santa durante la Cuaresma también había llenado las distintas zonas de la ciudad de cera. Ejemplos son los casos de San Bernardo y La Sed, que no salieron el Miércoles Santo pero realizaron sus viacrucis por el Distrito Nervión, o el viacrucis de la parroquia de Santas Justa y Rufina en Triana, que no es hermandad de penitencia pero sí sacó un crucificado por las calles del barrio durante la Cuaresma.
R.N.
