El Ayuntamiento de Sevilla retoma el proyecto de ocio en el Muelle Camaronero

PE-BETIS-WEB3El Ayuntamiento de Sevilla pretende sacar provecho de los enclaves únicos que Sevilla posee, por lo que retoma los proyectos que se iniciaron durante el gobierno de Alfredo Sánchez Monteseirín y que permitirán la apertura de bares y terrazas en la pasarela fluvial junto a la calle Betis. 

Tras adjudicar los quioscos en el muelle de Nueva York, el consejo de gobierno de la Gerencia de Urbanismo aprobará esta semana el procedimiento para otorgar, en régimen de concesión administrativa, la explotación de los quioscos-bares y veladores que irán emplazados en el Muelle Camaronero, a la altura de la calle Betis.  Atractivo reclamo turístico y de los sevillanos al tratarse de un privilegiado espacio ubicado al nivel de la lámina del río y que posee vistas únicas a los monumentos más importantes de la ciudad. 

Ya en el mandato de Monteseirín se elaboró el convenio de colaboración entre el Ayuntamiento de Sevilla y la Autoridad Portuaria para realizar la pasarela donde se instalarían los bares, quedando conectada con una parcela que es de titularidad municipal. Las obras se llevaron a cabo y el reconocimiento final por parte del Puerto se produjo la primavera del año pasado. El siguiente paso es que la Autoridad Portuaria conceda a Urbanismo la concesión sobre el dominio portuaria en el que se ubica la plataforma, lo que permitirá sacar a concurso la explotación del Muelle Camaronero.

Este proyecto, ubicado entre la comisaría de polícia y el Quiosco de las Flores en la calle Betis, consta de un mirador de 330 metros cuadrados al nivel de la superficie de calle  y, conectada mediante rampas ajardinadas, una plataforma flotante de 1500 metros cuadrados al nivel de la lámina de agua.

La explotación de dicho espacio como zona de ocio se acoge a la normativa del Plan Especial de Protección de Triana, aprobada en 1999. Y en este sentido, la pasarela se encuentra en una zona declarada acústicamente saturada. Por este motivo, las licencias para restaurantes quedan excluidas salvo que garanticen que el local se ocupe por mesas y sillas, que tenga un aforo de una persona por cada 1,5 metros cuadrados, que no haya barras para el consumo de los clientes y que exista un vestíbulo previo para el acceso a la zona de las mesas. Lo que sí permite la normativa es el uso de hostelería y la construcción de instalaciones, en régimen de concesión administrativa, como quioscos o templetes. Siempre y cuando la edificabilidad de la zona no se modifique y respete el carácter histórico del muelle.

Así, este nuevo espacio de ocio se sumaría al del Muelle de Nueva York, en la otra orilla del Guadalquivir, donde ya ha sido adjudicadas a una empresa los dos quioscos que allí se emplazan, con la intención de que dichos bares estén en funcionamiento este mismo verano.

El gobierno de Juan Ignacio Zoido ha dado el impuso necesario para que ambos proyectos sean lo antes posible una realidad, convirtiendo los muelles del Guadalquivir en una nueva calle de Sevilla. Zoido, como ya prometía en su programa electoral, pretende revalorizar la dársena del río, con el objetivo de convertir el Guadalquivir en eje turístico y de ocio de la capital hispalense.

Esta actuación que no es nueva ni aislada, pues ya en el 2010 se pretendía que este proyecto tuviera continuidad con otros de la misma índole en el Muelle de las Delicias, el Paseo de la O, la recuperación del Jardín, el Muelle de Nueva York, o la Biblioteca de Torneo en el Paseo de Juan Carlos I.

La adjudicación de estos quioscos es el primer paso para llevar a cabo el cumplimiento de las promesas electorales, entre las que se encontraban la mejora de la iluminación, la reforestación, la limpieza de los márgenes del río, nuevas instalaciones deportivas e, incluso una zona de solarium con tumbonas y césped.

R.T.

publicidad

Compartir:

Otras noticias

Comer en Triana