Ha sido una temporada con demasiados condicionantes, con cambio de entrenador, con numerosas -demasiadas- bajas de futbolistas, con, incluso, el abandono de las instalaciones del Charco de la Pava y el cambio de éstas por las de Nueva Sevilla… Una temporada llena de baches que, al final, ha tenido el desenlace más trágico posible.
El Triana Club de Fútbol no ha conseguido aguantar la presión de remar a contracorriente y ha acabado hundiéndose en el pozo del descenso, algo que se confirmó matemáticamente el pasado fin de semana con la abultada derrota ante el Pilas (4-0). Con 30 puntos en su casillero y a falta de tan sólo dos jornadas para el final de campaña, el conjunto de Selu se encuentra a ocho puntos del Soleá, equipo que marca la salvación y que, por ende, hace imposible que la escuadra del arrabal tenga posibilidad alguna de permanencia.
Los trianeros, por tanto, pierden la categoría y la próxima temporada militarán en Tercera Andaluza, una división desde la que el club tendrá que rehacerse para volver al lugar que merece y donde se encontraba hace unos años, en Segunda Andaluza y entre esos equipos que siempre aspiran al ascenso.
R.T.
