Entrevista a Don Antonio Martín Manzano, Hermano Mayor de Pasión y Muerte

Antonio Martín Manzano

Sin más pero también sin menos. En una pequeña habitación en obras donde el sacerdote se viste antes de las misas. A escasos metros de un crucificado de talla imponente y de una dolorosa cuya amargura no deja de ser dulce, donde las velas huelen a quinario recién concluido y la parroquia se prepara para su última noche de papeletas. En la calle Virgen de Fátima, la Cuaresma trianera se tiñe de un Aire especial, austero pero carismático. Y la hermandad de Pasión y Muerte nos abre sus puertas y el corazón en boca de su máximo representante, su Hermano Mayor, Don Antonio Martín Manzano.

¿Cuánto tiempo lleva siendo Hermano Mayor de la hermandad de Pasión y Muerte?

Me llevé 5 años como presidente de la agrupación parroquial. Según las normas diocesanas, en una agrupación parroquial el Hermano Mayor es el párroco, y el hermano siguiente es el presidente. Y como Hermano Mayor llevo 3 años, que cumplo en el próximo mes de noviembre. Más un año que hice de interino en el periodo que transcurrió entre que nos nombraron hermandad y las primeras elecciones.

¿Le resulta complicado congeniar su vida personal con las labores de Hermano Mayor?

No me resulta complicado. Primero porque mi mujer es hermana, mi hijos es hermano, somos una familia muy cofrade y los tres sabemos lo que significa vivir una hermandad. Más que complicado es cansado. Es cierto que muchas veces uno llega a su casa un poco harto, porque no es solamente el trabajo tuyo en la hermandad, sino que también es el Consejo, son las otras hermandades. Nosotros estamos muy relacionados con las hermandades del día, tanto del Viernes de Dolores como del Sábado de Pasión, y lógicamente también con las hermandades de Triana.

¿Es hermano de alguna otra hermandad?

Sí, lo soy del Señor del Gran Poder y del Buen Fin.

Antes de desempeñar el cargo de Hermano Mayor en la hermandad de Pasión y Muerte, ¿ha formado parte de alguna otra junta de gobierno?

Sí, previamente desempeñé los cargos de Secretario 1º y luego de Diputado Mayor de Gobierno.

¿El puesto de Hermano Mayor le ha resultado muy diferente de lo que se imaginaba antes de serlo?

No. Al ser cofrade desde muy pequeño, y vivir lo que se vive dentro de una hermandad, te vas haciendo la idea de lo que supone ser Hermano Mayor de una cofradía.

¿Cuánto ha cambiado la hermandad desde que le nombraron Hermano Mayor?

Muy poco. En estos 20 años que nos ha costado que nos nombren hermandad siempre hemos tenido muy claras las ideas. Lo que sí hemos cambiado quizás es el ritmo. Al ser agrupación parroquial trabajas al ritmo que te marca el párroco y la parroquia, y al ser hermandad tienes que acoplarte a unas reglas, a un Consejo General de Hermandades, etc.

Pero poco más. Yo siempre digo que lo único que ha cambiado desde que hace 20 años un grupo de jóvenes nos decidiéramos a crear esta hermandad es que, en aquel entonces, pensábamos que si el día de mañana el palio de Ntra. Sra. del Desconsuelo procesionara lo haría sin música, y hoy en las reglas está estipulado que de hacerlo lo haría con música.

Por lo demás la hermandad no ha cambiado nada, ni la túnica, ni el cortejo, ni la manera de ser… nada.

triana al dia, viacrucis cuaresma, marzo 2014
Diga un par de cosas de las que esté orgulloso de haber contribuido en su hermandad.

Cuando era Diputado de Mayor de Gobierno siempre exigía a mis hermanos el 120%, porque si rendíamos a ese nivel sin ser hermandad, cuando lo fuéramos rendiríamos al 180%. Me siento muy orgulloso de mi hermandad el día que se convierte en cofradía y sale a la calle. Creo que hemos conseguido que Triana nos reconozca esa seriedad. Y me siento muy orgulloso de la cantidad de gente joven que hay en mi hermandad.

Siendo usted creyente, cristiano, católico y practicante, y siendo parte activa de la Iglesia, ¿cómo la ve usted a día de hoy?

La Iglesia es algo que no está cambiando, porque en sí no puede cambiar. La Iglesia tiene una luz y guía, que es Jesucristo, nuestro Señor, pero lo que sí cambian son los ritos, la liturgia, pero poco más. En contra de lo que piensan muchas personas, yo sí creo que la Iglesia está dentro y con la sociedad, a pesar de que muchas veces no se nos entienda, pero no creo que sea algo inamovible y anclado en el pasado.

Lo único que nosotros seguimos es una norma, que son los Evangelios, y o crees en ellos o no crees. Muchas veces a la Iglesia la acusan de arcaica, y lo hacen precisamente a una de las religiones que menos exige.

Hace poco estuve en Tierra Santa. Yo del mundo musulmán y judío sabía muy poco, y cuando viajas a este tipo de destino te das cuenta de cómo se vive la religión en esa zona. Mientras que aquí el que más va a misa una vez a la semana, y como dure más de 20 minutos se busca otra parroquia, allí se tiran 6 veces al día al suelo a rezar. Creo que tenemos una religión muy permisiva, basada en el amor y desde luego no anclada en el pasado.

¿Cómo contribuye la hermandad a la misión evangelizadora de la Iglesia?

Cuando aquel grupo de jóvenes cofrades llegó a esta parroquia, el sacerdote de entonces, Don José María, que en paz descanse, era muy mayor, con más de 80 años. Durante muchos años las catequesis, tanto para adultos, como para los que iban a confirmarse o para los niños que iban a hacer la Primera Comunión la dábamos los jóvenes. De hecho hoy en día, aunque ya están organizadas como debe ser, por el párroco, siguen siendo los hermanos de Pasión y Muerte los que dan las catequesis.

Gracias a Dios esta hermandad tiene una junta de gobierno muy bien formada cristiana y católicamente, y desde ella se hace mucho apostolado no sólo dentro de la parroquia sino también en el barrio.

¿Han pensado hacer estación de penitencia a la Catedral?

Nosotros no, pero todo el sevillano piensa. Como he dicho lo único que ha cambiado en 20 años es el acompañamiento musical de nuestro futuro palio, y hace 20 años pensamos hacer estación de penitencia a la Catedral de Triana que es la Iglesia de Santa Ana. Ese es nuestro sentir.

Pero también conocemos el sentir de otros hermanos y otros sevillanos. Si decidiéramos solicitar hacer estación de penitencia a la Catedral, además de los trámites y el revuelo que se formaría en el mundo cofrade, tendríamos que cambiar muchas cosas. Dejaríamos de salir a las 20h, de pasar por la hermandad del Rocío de Triana, de ser la única hermandad que entra con sus pasos procesionales en Santa Ana, de pasar por la calle Pureza y saludar a la Esperanza de Triana…

Todo eso lo tendríamos que cambiar por salir a las 13h, para estar los primeros en Campana a eso de las 16h (que ya me dirás quién hay en Campana a esa hora), para regresar a nuestra parroquia y entrar a eso de las 21h. Tendríamos que exigir a nuestros hermanos, que van con una rigurosidad ejemplar, ya no un recorrido de 5 horas sino uno de 8 o más.

Si me preguntan qué haremos dentro de 50 años sólo puedo decir que si estoy vivo votaré que no, y me consta que muchos jóvenes, que ya forman parte de esta junta de gobierno, piensan como yo. Somos una hermandad de Triana, estamos muy contentos con nuestro recorrido y no nos hace falta la Catedral para sentirnos más hermandad.

¿Cómo definiría la idiosincrasia de la hermandad de Pasión y Muerte?

Somos una hermandad de Triana, que sale el Viernes de Dolores y de silencio. Hace unos años me decían que a Triana le hacía falta una hermandad de este corte, y yo respondía que a Triana no le hace falta nada porque tiene de todo, pero que ahora, además, tiene una hermandad de silencio.

Somos una hermandad sencilla y humilde, que se exige, siendo de Triana, que lo poco que tengamos sea de mucha calidad. Pasión y Muerte tiene tres o cuatro insignias, a cual mejor. Triana te exige un plus, que no digo que las hermandades de Sevilla no lo exijan, pero que a pesar de nuestra austeridad creo que lo cumplimos con creces.

En algunos círculos se ha escuchado que Triana tiene una forma de ser respecto a sus hermandades en la que no encaja muy bien el perfil de una hermandad como la de Pasión y Muerte. ¿Qué piensa su Hermano Mayor de esto?

El que está dentro de los círculos cofrades escucha muchísimas cosas, incluso algunas que hacen mucho daño. En Triana gusta la música, gusta el silencio, gusta el clavel, gustan las rosas, gustan los lirios… Eso sí, tiene que ser el mejor clavel, el mejor lirio, la mejor rosa y la mejor banda que puedas conseguir. No hace muchos años las hermandades de Triana salían igual que nosotros. Así que no estamos inventado nada nuevo.

Yo no nací en Triana, nací en la calle Santa Clara, en el barrio de San Lorenzo. Cuando hace unos años me vine a vivir a Triana, la primera Madrugá que crucé el puente con mi túnica de negro pensaba que lo iba a cruzar yo solo, y sin embargo había colas de nazarenos de negro cruzando el puente.

También hay que reconocer que las nuevas tecnologías, aunque han servido de mucho a las hermandades, les han hecho mucho daño. Antes, lo que ocurría en una hermandad se quedaba dentro. Hoy no hemos concluido un cabildo cuando ya ha salido a la luz lo que en él se ha hablado. Y además, han facilitado el anonimato de las personas a la hora de hacer críticas en blogs y tertulias.

Por otro lado vivimos en una Sevilla en la que, como yo digo, hay demasiado doctorado en «cofradiología», demasiado entendido que sabe de bordados, de flores, de música, de exornos, de montaje de altares, de vestir a una Virgen… Curiosamente son personas que no viven su hermandad, y una cosa son las conversaciones en el seno de tu hermandad y otra las que se tienen a pie de barril o tras la pantalla de tu ordenador.

Carlos Jordán

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