Los expertos apuntan las primeras conclusiones del caso de la familia de Alcalá de Guadaíra fallecida repentinamente. En un principio se mantenía la hipótesis de que las muertes fueron a causa de comida en mal estado pero expertos de Toxicología de la UPO apuntan a una sustancia «mortalmente tóxica» que contiene un plaguicida.El profesor de Toxicología de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) de Sevilla, Guillermo Repetto, ha asegurado que la sustancia que supuestamente mató a la familia de Alcalá de Guadaíra (Sevilla) es «mortalmente tóxica», por lo que con toda probabilidad los servicios sanitarios no podrían haber hecho «nada» por salvar sus vidas incluso habiéndolas trasladado a un centro hospitalario.
Los datos apuntan a que los «tapones» que aparecieron en la vivienda de esta familia correspondían al «recipiente de un plaguicida muy tóxico», en referencia al fósforo de aluminio. Repetto ha aclarado que dichos tapones podrían contener restos de este componente, que en contacto con la humedad desprende una sustancia tóxica llamada fosfuro de hidrógeno: gas que provoca la muerte de la persona por inhalación «a las pocas horas» de estar expuesta al mismo.
También ha aclarado que esta sustancia se va eliminando al tiempo que se va respirando, por lo que el cuerpo de las personas fallecidas «ya no presentaba cantidad suficiente de dicha sustancia», que pudiera ser detectada en la analítica posterior que se les practicó. Así puede explicarse que la hija que ha sobrevivido llegó a la vivienda cuando ya habrían disminuido los niveles de esta sustancia, y por eso sigue viva.
De este modo se descartaría la hipótesis de que los alimentos que ingirió esa noche la familia fueron los culpables de su fallecimiento. Con respecto a al sintomatología que presentaban los fallecidos ha afirmado que puede confundirse con un problema alimentario, ya que provoca «vómitos y diarreas» que desencadenan en una parada cardiorrespiratoria.
R.N.