Como era de esperar, los enormes Ficus que están en el patio delantero de la Iglesia de San Jacinto están haciendo mella en la edificación. Esos centenarios árboles, característicos de esta esquina trianera, tienen como peculiaridad unas raíces muy fuertes y potentes que están afectando a la edificación del entorno de la iglesia. Concretamente esta imagen, enviada por un lector, toma un detalle del muro que rodea la iglesia, donde podemos ver que las raíces están agrietando la pared.
La Iglesia de San Jacinto, perteneciente al antiguo Convento de San Jacinto, construido en 1676 para la Orden de los Dominicos, por el arquitecto Matías de Figueroa.
R.T.
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