Con casi los primeros rayos de la mañana, los romeros de la Hermandad del Rocío de Triana se levantaron ayer viernes por la mañana y llegaron a uno de los enclaves más mágicos y tradicionales del camino: Cruzar el quema. Momentos de alegría, de cantes y de bautizos a los nuevos peregrinos y de seguir adelante cada vez más cerca de la ermita. Poco queda ya para que el simpecao de Triana se presente ante la Virgen del Rocío.
Laura Liñán
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