Triana al Día se ha dado una vuelta esta mañana por el Mercado de Triana para conocer la reacción de los comerciantes después de que ayer se presentara la nueva forma de pago con tarjetas «Contactless» de CaixaBank.
Las opiniones han sido muy dispares. La gran mayoría de los comerciantes sabe de la presentación que tuvo lugar y de la campaña de promoción e información que la entidad bancaria ha desplegado por todo el mercado, así como de los premios que sortean entre los clientes que paguen con la nueva tarjeta. Sin embargo, sólo 5 de cada 10 conocen cómo funciona el nuevo sistema de pago y las condiciones que tiene.
Los comerciantes creen que es una forma de pago útil para los clientes, como los dueños de Congelados y Precocinados Triana, que piensan que «la gente no quiere llevar dinero encima, y si esta tarjeta le da más comodidades para pagar, pues mejor». Pero esto ya era algo que podían hacer con las tarjetas de crédito tradicionales. El principal problema que ven son las comisiones, pues dada la situación económica los clientes van a buscar los precios más baratos, y si las comisiones que les imponen por el uso de este servicio son altas, ellos tendrán que subir un poco sus precios.
También hay algunos que dejan claro que no en todos los comercios se va a poder hacer uso de la tarjeta ‘Contactless’. Sólo aquellos que dispongan de cuenta corriente en CaixaBank podrán aceptar el pago con esta nueva tarjeta, y de los que tengan cuenta corriente en esta entidad, sólo los que dispongan del nuevo terminal de pago podrán aceptarlas. Este último es el caso de Ana, la dueña de una panadería y confitería, que es cliente de CaixaBank pero aún espera que le instalen el nuevo TPV.
Otro tema sobre el que les hemos consultado es el de la seguridad. La nueva tarjeta permite realizar pagos de menos de 20 euros sin necesidad de introducir el código PIN. A 6 de cada 10 comerciantes les ha resultado insegura esa opción, ya que cualquiera que encontrara una tarjeta extraviada podría hacer uso de ella para compras inferiores a esa cantidad.
Especialmente es peligroso en aquellos pequeños comercios cuyas cuentas no suelan superar la cantidad de 20 euros. Como bien apunta Pedro, uno de los dueños de una carnicería, «siempre queda la opción de pedir el DNI al cliente, aunque esto restaría comodidad de pago y estaríamos en las mismas que con las tarjetas de crédito».
En cualquier caso es el primer mercado de la ciudad en el que se instala este nuevo sistema de pago, y todos creen que el tiempo dirá si es efectivo, si es seguro y si los clientes se animan a darle uso.
Carlos Jordán