La Velá de Santa Ana sigue avanzando poco a poco, día a día, y lo cierto es que el ambiente en Triana es cada vez mejor, con una notable afluencia de gente que ayer, miércoles, llenó el Altozano, la calle Betis y San Jacinto haciendo que en el arrabal no cupiera un alfiler.
Así, tras un día cargado de actos en el que no faltaron actividades para los más pequeños y, por supuesto, la tradicional cucaña -donde el calor se hizo notar más que nunca-, el plato fuerte del tercer día de Velá de Santa Ana llegó pasadas las diez de la noche, cuando José Manuel Soto se subió al escenario para, con su exquisita voz, levantar a Triana de sus sillas y convertir el Altozano en una fiesta que invitó a muchos a arrancarse por sevillanas. No faltó ninguna de sus canciones de culto con las que enamoró al arrabal, hasta tal punto que tras abandonar el escenario tuvo que volver sobre sus pasos para despedirse por la puerta grande con tres canciones más, siendo Triana la protagonista de todas ellas.
En definitiva, una jornada más festiva en la Velá de Santa Ana, donde por fin lo importante fueron los trianeros y los protagonistas tan sólo estuvieron sobre el escenario.
G.M./E.A.