La Cruz de la Cerrajería vuelve al corazón de Santa Cruz

cruzLa Cruz de la Cerrajería vuelve al lugar donde ha permanecido el último siglo: la Plaza de Santa Cruz, después de que hayan culminado los trabajos de restauración contratados por el Ayuntamiento de Sevilla a través de la Gerencia de Urbanismo.

En estos días, la empresa METIS, Restauración y Conservación, encargada de la rehabilitación, está llevando a cabo las tareas de recomposición de la Cruz en su emplazamiento, tras lo cual, se acometerá también la reparación de la verja de forja, de estilo historicista, que delimita el monumento, de modo que el conjunto en su totalidad va a quedar completamente restaurado.

Para la realización de las tareas de restauración de la Cruz, ésta fue desmontada pieza por pieza el pasado mes de octubre, y durante los siguientes cuatro meses ha sido sometida a una minuciosa operación de limpieza, consolidación y recuperación de elementos originales, que ha permitido devolver toda su magnificencia a esta gran obra de rejería civil que se conserva en Sevilla.

El nombre con el que se la conoce: “Cruz de la Cerrajería” deviene de su emplazamiento original, en la confluencia de las calles Rioja y Cerrajería con Sierpes. No obstante, esta ubicación resultaba conflictiva, pues impedía el paso de los cortejos procesionales por la única calle amplia y rectilínea de la ciudad. Por razones de protocolo fue desmontada hasta en cuatro ocasiones y nuevamente repuesta en su lugar de origen, hasta que a propuesta del arquitecto Juan Talavera y Heredia, fue trasladada en 1918 a la Plaza de Santa Cruz, donde ha permanecido desde entonces.

Los estudios realizados por el Ayuntamiento el pasado año para conocer su estado, determinaron que éste era preocupante, tanto por la avanzada corrosión que afectaba al hierro, como por las numerosas piezas que se habían ido desprendiendo a lo largo del tiempo. Se redactó entonces un proyecto que abarcaba la restauración global del monumento, mediante la utilización de las técnicas tradicionales de forja y la reproducción de los modelos originales que se habían ido perdiendo con el paso de los años.

De todos los motivos que componen el conjunto destacan especialmente los ángeles lampareros, las serpientes en la base y los cuatro evangelistas, en cada ángulo del pedestal. Los trabajos desarrollados han permitido conocer detalles reveladores de la composición de este elemento, como que los ángeles lamperos estaban policromados en origen, y que se utilizaron revestimientos de pan de oro en algunos detalles de la obra, un conocimiento que ha revalorizado aún más si cabe este magnífico ejemplo de rejería civil barroca, que data del siglo XVII. La intervención ha tenido un coste de 19.700 euros.

R.N.

publicidad

Compartir:

Otras noticias

Comer en Triana