Mercedes Alaya ha citado a Manuel Ruiz de Lopera, el ex-presidente del Real Betis Balompié, por ciertas irregularidades en el tiempo en el que éste gestionaba el club deportivo. En concreto está acusado de dos delitos de apropiación indebida y delito societario. A las 10:00 horas de esta mañana la juez Mercedes Alaya ha estado tomando declaración a Lopera, recordamos que el ex-presidente del club está acusado de llevar cabo un plan de apropiación y distracción de fondos durante los 18 años que gestionó el equipo deportivo.
El abogado de Manuel Ruiz de Lopera, José María Calero asegura que «a la vista de todo lo instruido puede descartarse por infundada la sospecha, desmienten las hipótesis de las acusaciones y puede descartarse por infundada la sospecha de haber algún beneficio económico para sí o para un tercero con su gestión».
En este análisis, el abogado alega que hay falta de rigor en la actuación de los peritos judiciales y critica los criterios que se han seguido para la investigación, y que «todo lo más podría concluirse en que podrían haberse reducido los costes en la gestión del Real Betis» y que, en todo caso, esta mala gestión «no sería constitutiva de ningún delito». Por ello, el abogado defiende que debido a que «las hipótesis iniciales de las acusaciones han quedado desmentidas» y que «si la hipótesis inicial fuera cierta, de una parte el Real Betis se habría vaciado patrimonialmente, y, correlativamente, las sociedades» de Lopera «se habrían enriquecido», no obstante lo cual «tras más de cinco años de instrucción puede asegurarse que nada de eso ha ocurrido».
Por otro lado recuerda que en el tiempo que está señalado de cometerse el delito, (1993-2007) el Real Betis «no sólo quedó despatrimonializada, sino que sus fondos propios pasaron a ser negativos en casi 50 millones de euros». Además, añade que «no se han producido incrementos patrimoniales ni en Tegasa ni en Encadesa ni en ninguna de las sociedades o la persona» de Lopera, ya que «en las diligencias de instrucción no dejan ninguna duda real sobre la inexistencia de enriquecimiento alguno o de apoderamiento de alguna cantidad, por mínima que fuera, procedente del Betis, ni de un sólo euro que hubiera sido destinado a un fin distinto del acordado para que así llegara de manera definitiva a ingresar a su patrimonio».
El letrado señala que «se trata de perjuicios que, aún si no fueran simplemente imaginados, podrían abrir alguna acción de exigencia de responsabilidad civil o mercantil» para Lopera, «pero en ningún caso de naturaleza penal». Y asegura que «toda la actuación de mi mandante responde exactamente a una relación inversa de la propia del administrador desleal: ha puesto en riesgo todo su patrimonio presente y futuro en defensa del interés» del club, un riesgo al que «aún hoy sigue anudado».
R.N.