Se acaba con una tradición que cada Navidad hacía que los más pequeños, y los no tan pequeños, disfrutaran de un belén sin comparación en Triana. El ubicado históricamente en la Plazuela de Santa Ana, pero que este año no será montado debido a una serie de circunstancias.
Así, y después de que el Ayuntamiento haya informado a este medio de que no ha recibido ninguna solicitud para el montaje del belén en el citado enclave del arrabal este año pero que no tendría ningún problema en dar luz verde al proyecto si así la recibiera, partes implicadas en el montaje anual han reconocido que la falta de apoyos económicos ha sido determinante. Y es que, por difícil que haya sido la decisión, la habitual unión de vecinos y comerciantes que aportaba el dinero necesario para maderas, figuras y animales, así como para la manutención de éstos, ha ido poco a poco menguando hasta el punto de no ser posible mantener el desembolso económico necesario, que rondaba los 3.500 euros.
Ese motivo, sumado a las denuncias recibidas en años anteriores por suciedad, ruido de los animales al alba e, incluso, acusaciones de maltrato animal, han pesado más que las ganas de mantener una tradición que este año se romperá en nuestro barrio, pero de la que habrá una pequeña representación en el interior del Bar Bistec. Según sus responsables, con la intención de no olvidar del todo la ilusión que cada año conllevaba el montaje del belén, tendrán en el interior del establecimiento un misterio con algunos pollitos y una gallina, «mucho más pequeño por las limitaciones del restaurante», pero que mantendrá vivo el espíritu de los inicios de un belén, el de Plazuela de Santa Ana, que, al menos este año, será el gran ausente en Triana.
E. Antolín
