A pesar de un camino largo desde Camas, con el pesado andar sobre el asfalto y las altas temperaturas, los vecinos y hermanos de la Hermandad de la Virgen de los Dolores acompañaron en la tarde de ayer, miércoles 12 de junio, a la Patrona de Camas hasta el barrio de Triana. Multitud de personas salieron a las calles para vivir este día único, recibiendo calurosamente a la hermandad vecina, que emocionada cruzaba el barrio hasta llegar a la calle Pureza.
Al caer la noche, el cortejo de 300 hermanos que portaban insignias y cirios llegó a Triana y, como marcaba el recorrido, la primera visita se hizo a la Basílica del Patrocinio, entrando la virgen para saludar a los titulares de la Hermandad de El Cachorro. A salir, enfiló la calle Castilla donde un coro rociero la esperaba para rezarle por sevillanas. Camas y Triana unidas por la Virgen de los Dolores, que en andas y a paso lento recorría las calles trianeras ante la admiración de todo aquel que la esperaba, hasta que llegando las 23.00 horas, los ciriales cruzaron el pórtico la Iglesia de la O, donde la guapa de Camas y la Santísima Virgen de la O cruzaron sus miradas.
Siguiendo el recorrido, aunque con un poco de retraso, se cruzó la Plaza del Altozano. Daba igual el tiempo al contemplar la estampa única de la Patrona de Camas con el puente de Triana a sus espaldas. Y así deseosa de llegara Pureza para ver a la cara de la Esperanza, la Virgen de los Dolores llegó a la Capilla de los Marineros. Una calle llena, como si de una madrugá se tratara, esperaba para ver esta imagen inédita. Rozando la media noche, las andas del paso se pararon ante la Esperanza de Triana y allí, entre los rezos de los hermanos, se despidió un pueblo de su Patrona, que hasta el sábado duerme en el barrio de Triana.
S.S.
