Los mecenas del arte del S.XXI

563400_567400543277939_293477764_nEn estas fechas tan señaladas, la propia calle es una exaltación popular de la fe. Sevilla espera impaciente la Semana Grande de la ciudad. Devoción que ha servido de musa en multitud de corrientes artísticas, en especial de las artes plásticas. Eso lo sabe Triana y en estas fechas se engalana para dar la bienvenida a su fiesta sacra. Por ello, durante estos días podemos encontrar en diversos establecimientos del barrio las obras de distintos artistas que encuentran la inspiración en la Semana Santa de Sevilla.

Dando un paseo por el barrio, el primero que nos encontramos es ‘La Flor de Mi Viña’, que además de ofrecer una selecta carta gastronómica permite admirar en su establecimiento la obra del artista sevillano José Ortega Vázquez. La exposición recoge láminas a carboncillo, con un exquisito acabado, de diferentes imágenes que serán las protagonistas de la Semana Santa. «Soy un macareno enamorado de la gente, el duende y las costumbres del barrio de Triana», confiesa José. Y aunque es la primera vez que expone su colección explica que para él es un orgullo hacerlo en este barrio y poder recibir así la crítica de los sevillanos.

El ya veterano artista, ha combinado durante toda su vida esta afición con su trabajo. Y aunque, a lo largo de su trayectoria ha trabajado con diferentes técnicas de dibujo, lleva un tiempo centrado en su colección a carboncillo de imágenes cofrades. «Mi familia vive con mucha intensidad la vida de las hermandades, y fueron ellos los que me animaron a introducirme en este mundo. Ahora me siento más apoyado que nunca», explica José Ortega.

esperanza(2)De igual modo, el bar ‘Baraka Triana’ está apostando fuerte por contribuir con diferentes sectores y convertirse en un lugar de encuentro donde tengan cabida diferentes actividades. Ahora trae al barrio, desde el martes 19 al domingo 24 de marzo, parte de la colección «Reflejos de Triana», obra del joven pintor jerezano Kuko Báez.

El joven artista comenta que esta colección a carboncillo y pastel es un «homenaje al barrio» y a su amor por la Semana Santa. Aunque sea jerezano conoce de primera mano  los sentimientos que despierta esta semana y admira la manera  que tienen los sevillanos de volcarse con sus hermandades.

“No tengo formación en bellas artes porque el maestro lo tengo en casa. Mi afición viene desde pequeño porque mi padre es también artista», comenta Kuko. El jerezano ha hecho un paréntesis en su carrera como ingeniero para sumergirse de lleno en la pintura y confiesa que ahora no tiene la cabeza en otro lado que no sea esto. Su especialidad son los retratos y en la actualidad está preparando una colección de tango, del movimiento y de los sentimientos que este baile despierta.

Ellos son los Medici de Triana, los responsables de hacer reflotar el arte de tantos anónimos pintores, de apostar por la cultura de una ciudad y por llevar al público el trabajo de tantas personas que encuentran en las costumbres de Sevilla y, en especial del barrio de Triana, su inspiración.

Sonia Saco

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