El pasado viernes, el Ayuntamiento de Sevilla, el mismísimo alcalde de la ciudad, acudió con alegría a Triana para abanderar el cambio de nombre del Parque del Turruñuelo por el de ‘Parque del Turruñuelo – Marifé de Triana’. Un homenaje loable, pero que debe venir acompañado con un cambio de actitud real.
Y es que la nueva nomenclatura debe traer consigo una mayor atención y cuidado del parque, en el que abundan las cacas de perros, la suciedad en el agua y los sintecho haciendo su colada y aprovechando bancos y césped para dejarse mecer por Morfeo. Litronas, cajas de vino, cartones… ¿qué más?
¿De quién es la culpa? Sin duda, de los dueños de los perros, de los propios sintecho y de, en general, los ciudadanos que nos despreocupamos por cuidar la zona. Pero el principal culpable es el Ayuntamiento de Sevilla, que abandona un parque destinado a los niños, que no pone las medidas necesarias para evitar lo que allí sucede, que peca de falta de interés en una zona, Triana, que no luce como debería.
Que Marifé de Triana tenga su parque es una noticia estupenda, pero que desde el Gobierno se preocupen de que sea el parque que realmente se merece una figura tan grande de Triana y que, por supuesto, merecen todos los trianeros.
Antonio, vecino de Triana