El año pasado te merecías más. De hecho te lo mereces desde hace mucho más tiempo. Pero esta carencia se va agrandando, se infecta, duele, escuece y te debilita. Las actuaciones artísticas de la Velá de Santiago y Santa Ana (no son un Rock in Rio ni nunca hemos pretendido serlo) han permitido a los trianeros deleitarse con el cante de figuras como La Susi, Naranjito de Triana, la familia Montoya o El Arenero.
O simplemente con actuaciones de grupos juveniles locales en su época de pleno apogeo, aunque fueran solo dos canciones en playback. Así ocurrió hace 8 años aproximadamente con Sinlache. Recuerdo cómo la gente corría por la calle Betis para llegar a tiempo al escenario.
Y es que el Distrito está en otras cosas. No sabemos muy bien en qué. El esfuerzo desde luego no lo están derrochando en los servicios de Parques y Jardines ni en cuidar las instalaciones deportivas del Parque Vega de Triana. Sin embargo, los trianeros, por muchos absurdos estereotipos con los que nos hagan cargar día a día, somos un público animoso, buen anfitrión, paciente y, sobre todo, respetuoso. Igualmente, merecemos más.
Arrancaron las actuaciones con la Noche del Flamenco el viernes 22 de julio. El año pasado fueron dos jóvenes y desconocidos extremeños los que protagonizaron el flamenco de la Velá. Al menos en esta edición se ha contado con el baile de María del Mar Berlanga, Premio Nacional de Flamenco, quien estuvo acompañada al cante por Alicia Gil, entre otras. Una puesta en escena que rozó el notable. Antes, abrió la noche al cante la madrileña Noelia “La Negri”. Gracias por su entrega, garra, corazón y profesionalidad. Pero esto es Triana, cuna del flamenco. Si aquí no traemos flamencos reputados a la fiesta por excelencia del barrio, algo muy mal está funcionando. No hace falta irnos a Jerez ni a ningún otro lugar de la geografía española. Vamos a quedarnos en Triana. Repito otra vez este año: Chiquetete, Lole, Alba Molina, La Susi…
Hablando de La Susi, entrevistada en junio en Triana al día, nos comentaba con toda la naturalidad del mundo: “no hay derecho. No hay nivel flamenco ni traen artistas reconocidos. Entonces ni me acerco”. Que no lo digo yo, que lo dice La Susi. Que no es La Pantojita de Triana. Que lleva toda la vida en los escenarios y grabando con Camarón y Paco de Lucía. Que se ha entregado por este barrio.
Seguimos con el sábado 23 de julio. Se me agotan los calificativos y todavía queda hasta el día 26. Infumable “Noche de la Copla”. Una discreta María del Carmen González y un muy corto de voz Cristian Coto no dignificaron la memoria de Marifé de Triana, artista que pone nombre al Certamen en el que se realizan tales actuaciones. Hoy mismo acabo de ver un reportaje en Canal Sur sobre esta mítica artista del arrabal, emblema de un género del que Triana es abanderada y ha dado infinidad de nombres reconocidos. Si ya estaba siendo incómodo el trance, cuando Cristian Coto “se animó” a versionar unas excelentes y populares sevillanas de Ecos del Rocío, tituladas “Hace mucho tiempo”, me vi obligado a huir del Altozano. Incluso se inventó la letra. Ya de lejos, entrando en Betis, escuché cómo hacía algo parecido con las sevillanas “Triana no es cualquier cosa” de Siempre Así. Para olvidar.
Proseguimos. El domingo 24 de julio fue la “Noche Joven”, que se está convirtiendo por tradición en la más deprimente de la Velá. Con poco nombre se presentó Trizia Band. Trizia, cuarta expulsada de Operación Triunfo 4, llegó sin hacer ruido. Con una mezcla de sones jazz, soul, swing y blues, dio la cara sobre el escenario. Además, hizo gala de una buena puesta en escena y una voz personal y con fuerza. Luego fue el turno de Jesús Giles, quien vació el Altozano. En la presentación del programa de actuaciones de la Velá, se justificó la presencia de este artista con un solo argumento: “tiene mucho tirón entre las quinceañeras”. Vergonzoso. Si ese es el requisito que hay que cumplir para cantar en la Velá de Santa Ana, en lugar de tener un buen nivel artístico, es humillante para los trianeros. Pero es que ni esa razón es lógica, sino una tomadora de pelo, desde mi punto de vista.
Resulta que José Manuel García, miembro del Distrito Triana encargado de escoger a los artistas que forman parte de la programación de la Velá, tenía en su mesa el dossier para que David Parejo, joven artista sevillano al que habéis tenido la oportunidad de conocer en las entrevistas publicadas en nuestro medio, cantara en el Altozano la noche del domingo 24. David, con 15 años, tiene una trayectoria que muchos cantantes de 30 años envidiarían. Volviendo al tema del “tirón entre las quinceañeras”, es incomprensible que se escoja a Jesús Giles, por ejemplo, en lugar de a David, que tiene 93.000 seguidores en Twitter más que Jesús, 119.000 más en Instagram y 106.000 más en Facebook. La razón de José Manuel García al “no” a David fue que habían barajado otras opciones y prefirieron escoger esa. Fuentes de primera mano me confirman que el motivo no es económico. Entonces, ¿qué sentido tiene elegir sacar un 4 en un examen pudiendo sacar un 9? La única conclusión que puedo extraer es que el Distrito, José Manuel García o quien sea, directamente no ha hecho el trabajo que le correspondía.
La noche del 25 de julio continuó el despropósito. Se retrasó por el calor el espectáculo radiofónico en directo de “La Cámara de los Balones”, en principio previsto para las 20:00 horas, a las 21:00 horas. Al igual que el año pasado, excelentes los profesionales de la Cadena Ser, periodistas, técnicos e imitadores. De nuevo abarrotada la Plaza del Altozano con un calor de justicia pero la ocasión lo merecía. Durante el transcurso del programa, al igual que en 2015, se produjo una actuación musical en vivo, la cual ni siquiera viene en el programa de la Velá. Asunto grave. El año pasado fue Alba Molina y este ha sido el turno de la jiennense Coraluna. Incomprensible. Dos breves instantes que quizás valgan más que la Noche de la Copla y la Noche Joven de 2016 juntas. Y no se informa de ello a los trianeros.
El retraso horario de “La Cámara de los Balones” hizo que la actuación estrella de la Velá 2016, la de Las Soles, no arrancase hasta pasadas las 23:00 horas. ¿A qué genio se le ocurre programar los dos espectáculos más concurridos y de calidad de la Velá la misma noche? Pues las del Tardón fueron el oasis de este desierto. Al igual que El Mani en 2015 fue la estrella. Ojo, El Mani. Que no estamos hablando de José Mercé ni de Beyoncé. En cambio, en 2016, las hermanas Lobato han dado la pincelada de calidad que Triana sí se merece. Con su arte, su ritmo, su compás, su experiencia y su entrega.
Por último, la guinda del pastel. El colmo de los colmos. Las actuaciones artísticas de la Velá de Santa Ana 2016 finalizaron el martes 26 de julio. Si tenemos en nuestro barrio patrimonio musical para dar y regalar, uno de los más preciados es el grupo Triana, del cual solamente queda vivo Eduardo Rodríguez Rodway, quien ya hace tiempo arremetió contra quienes él considera que se están aprovechando de la imagen y el nombre del grupo. En plena diatriba, en lugar de respetar los deseos del único fundador vivo del grupo original, el Distrito tuvo la excelente idea de cerrar la Velá con quienes muchos consideran imitadores sin escrúpulos. Lo inexplicable de estas circunstancias es que los componentes de la formación que actuó el 26 de julio en el Altozano son músicos de categoría, gran trayectoria y mucha experiencia, que deberían evitar meterse en esos berenjenales.
Javier Fernández Maeso