Pascual González, fundador de Cantores de Híspalis, ha muerto este domingo. El poeta cantó los mejores versos al Cachorro.
Si algo era Pascual González era hermano de San Benito. Y en su caso, realizó el camino inverso de la corporación del Martes Santo. Si la hermandad de San Benito se fundó en Triana y luego se desplazó hasta su actual sede en el barrio de La Calzá, él le cantó desde La Calzá al Cachorro de una manera inimitable. El autor y fundador de Cantores de Híspalis ha fallecido este domingo al borde de los 72 años.
Muchas veces sonó su nombre para pregonero. Pero a Pascual no le hizo falta un atril en el Maestranza, porque supo unir la música de la Feria de Abril con la solemnidad de la Semana Santa. Y a través de ella creó un vehículo inmortal para elevar el nivel, un nivel de las sevillanas que nadie ha superado por el momento. Y si hay un momento en el que podemos ver su talento como poeta es en ‘El cachorro’, la sevillana dedicada al crucificado de la calle Castilla. Más allá de definir magistralmente la esencia del Cristo de Ruiz Gijón, con aquello de «El Cachorro nunca ha visto ni Sevilla ni Triana», se marca un interludio recitado que es esta maravilla:
«Qué duende tuvo en sus manos
quien esculpió tu figura.
Qué martinete de gubia,
qué soleá de hechuras,
qué seguiriya tus ojos,
qué tiento con más dulzura,
el de tu boca expirando
soniquetes de amargura
en tu mimbre canastero,
y en tu cuerpo la tortura
de revivir por nosotros
mirando siempre a la luna.
Qué duende tuvo en sus manos
quien esculpió tu figura».
Aunque si queremos repasar su trayectoria y su mente inquieta y compleja para elaborar esta poesía tornada en sevillana, mejor que yo lo cuenta el poeta Martín Lucía en este hilo de Twitter.