Siempre que se produce un cambio de temperatura y más si es brusco, se producen alteraciones en el sistema musculoesquelético, es decir comienzan los dolores en cuello espalda, articulaciones y huesos. Es por eso, que con la llegada del otoño y el cambio del tiempo, puedes sentirte más cansado y con más dolor de lo normal. En Nervión y Triana al día te explicamos el por qué de estos dolores y cómo paliarlos.
Hemos de tener en cuenta que cuando hay más humedad disminuye la presión de la atmósfera, esta presión es la que hace que se den cambios en el sistema musculoesqueletico
Dolor articular y óseo
Las articulaciones son muy sensibles a los cambios de presión y a los cambios de temperatura, ya que al disminuir la presión y al hacer más frío, se produce un efecto en las articulaciones de aumento de presión en la lubricación de la misma, por lo que el movimiento será más dificultoso y con ello se desencadena el dolor y la inflamación. Estos cambios en las articulaciones serán especialmente dolorosos en personas con artrosis y artritis; enfermedades muy sensibles a los cambios de temperatura y la humedad.
Musculatura
Con el frío se produce un espasmo muscular, en especial se ven afectadas las partes del cuerpo que ya tienen una tensión previa y las zonas más desprotegidas y expuestas de nuestro cuerpo, como puede ser el cuello, es por ello, que se produzcan abundantes contracturas en esta época del año.
Por otro lado, el factor psicológico juega un papel muy importante ya que en nuestra ciudad relacionamos enseguida el mal tiempo con la apatía y con el malestar general. Lo que ayuda a aumentar este tipo de dolor.
¿Qué podemos hacer ante estos desagradables dolores?
De manera general se recomienda llevar una vida sana y saludable, practicar ejercicios suaves con asiduidad, además te proponemos que te abrigues para cubrir las zonas más desprotegidas y mantenerlas alejadas del frío. Es fundamental un buen descanso para paliar la fatiga muscular.
Debemos mantener la musculatura elástica y flexible, te recomendamos que realices estiramientos de manera cotidiana para así reducir la tensión de los músculos y así mantener en una buena forma tu musculatura. El calor local también puede hacer que se reduzca la tensión y así producir un alivio en la zona muscular.
Para el dolor de las articulaciones te aconsejamos el reposo relativo y fricciones con aceite de aloe vera, por otro lado la combinación frío/calor reduce la presión de las articulaciones haciendo que se mejore la sintomatología.
Por último, te aconsejamos que no te desanimes y seas positivo, esto ayudará a tus defensas y a la mejora de las molestias. ¡Al mal tiempo buena cara!
Esperanza Dorado es fisioterapeuta y puedes encontrarla en @Espe_Dorado