Cuando el esfuerzo y el buen juego no tienen recompensa, por mucho que lo que haya en juego no sea más que la ilusión de quedar lo más arriba posible en la liga, no se puede hablar más que de una injusta derrota motivada por una serie de condicionantes que hicieron que el Triana CF sucumbiera por un engañoso 3-1 ante el Puebla, que supo jugar sus cartas para llevarse los tres puntos en juego.
Con el inmejorable césped natural del campo del Puebla como escenario, la igualdad en la tabla de ambos equipos se hizo notar desde el primer minuto, con dos escuadras bien plantadas en el campo. Tanto fue así, que a pesar de la sucesión de golpes no fue hasta el 41 cuando se movió el marcador, y tuvo que ser desde los once metros. El colegiado decretaba pena máxima a favor del Triana y José Ruiz se encargaba de desequilibrar la balanza desde el punto de penalti. Poco duró la alegría en las filas rojinegras, pues apenas dos minutos después se repetía escena pero en el área contraria, pitando el árbitro un más que dudoso penalti que no desaprovechó el Puebla para poner el 1-1, con el que se llegó al descanso.
Tras el paso por vestuarios el buen juego del Triana y el derroche físico hizo que los de Juanma Prado ganaran metros y peso en el partido. Sin embargo, la suerte les fue esquiva a los del arrabal, los trianeros no consiguieron materializar ninguna de las buenas ocasiones de las que dispusieron, y como suele pasar el fútbol fue injusto. Así, corría el minuto 39 de la segunda mitad cuando los cigarreros se encontraban con el 2-1 como caído del cielo, resultado que se aumentaría en el descuento gracias a un buen contragolpe que ponía en el luminoso el definitivo 3-1… Un resultado abultado que no refleja lo visto sobre el césped, pero ante el que ya sólo vale levantar la cabeza y pensar en la próxima jornada liguera.
A.V.