Que la crisis se está cobrando muchas víctimas no es ni nuevo ni nos coge de sorpresa, lo que tampoco es primicia es la solidaridad que esta situación ha desatado entre los que menos tienen. Un poco de cada uno suma mucho para quien lo necesita. Esta reflexión se hace casi a diario, pero la de hoy no es baladí, la de hoy viene provocada por una historia real, la de Fran Heredia (24 años).
Fran es estudiante de 1º Comunicación Audiovisual en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla, descripción que estaba a punto de convertirse en pasado debido a su situación económica, que le impedía pagar los 350 euros que le restaban de matrícula. Fran no recibe ayudas, ha estudiado otra carrera universitaria -uno de los requisitos para optar a ser beneficiario de una beca del Ministerio de Educación es no haber cursado estudios superiores con anterioridad-, debido a esta ausencia de ayudas y su interés por continuar los estudios, trabaja para al menos poder pagar alquiler, comida y transporte. El término ahorrar para nuestro protagonista se ha convertido en un espejismo, por lo que el pago de la matrícula peligraba y con él su consecuente abandono de sus estudios… Una situación límite, que incluso comenzó a provocarle ansiedad y espasmos musculares.
No words. Gracias! Solo puedo decir eso. Gracias #sectacomunicadora. Gracias a vosotros por hacer que nuestro sueño se cumpla juntos!! 🙂
— Freinett Heredia (@fcoherrui) abril 25, 2014
Hasta aquí la historia de Fran Heredia, ahora comienza la de la que ellos mismos denominan ‘Secta comunicadora’, para el resto de mortales sus compañeros de clase. Los miembros de esta ‘secta’ decidieron poner fin a los problemas de su compañero con una colecta cuyo objetivo no podría ser más loable: conseguir los 350 euros. Una colecta que, como no podía ser de otra manera, fue secreta para Fran durante tres días, desde el miércoles 23 al viernes 25 de abril, tiempo en el que la ‘secta’ consiguió su reto y sumaron 400 euros para su compañero.
El día B había llegado, Fran se encontraba en la biblioteca estudiando, el profesor de Psicología Social -Roberto Martínez- encontró a sus alumnos más nerviosos de lo normal y aquí surgió el tercer protagonista de la historia. Conmovido por la iniciativa de sus alumnos decidió intervenir y ser el cómplice perfecto. Así le propuso a la ‘secta’ ir él a la biblioteca para buscar a Fran con la excusa de que no había ido a la clase de ese día, un lapso de tiempo suficiente para que la ‘secta’ redactara una carta a modo de contrato en el que la última cláusula era clara: “La segunda parte no admitirá devolución alguna”. La reacciones en el mundo 2.0 no se hicieron esperar y las tres partes de este contrato trasladaron sus emociones a las redes sociales, con un denominador común la bondad y calidad humanas.
Gran calidad humana de mi alumnado de CAV-2. Ayudan a costear la matrícula a un compañero para que continúe en la #FCom #sectacomunicadora — Roberto MP (@rmpecino) abril 26, 2014
La crisis le ha robado el brillo de los ojos a muchos de los que nos rodean a diario por las calles de nuestros barrios, pero también ha sacado el lado más solidario de todos. Ojalá ese brillo vuelva a los ojos de los españoles e historias como las de hoy, emocionantes y con unos protagonistas ejemplares, dejen de ser noticia; ojalá todos los ciudadanos que lo deseen tengan acceso a una enseñanza libre e independiente.
Gloria Martínez
Vídeo: Alonso Pérez