Triana renueva su romance ante La O

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Acababa de dejar en el aire esa fragancia antigua la Virgen del Patrocinio cuando las puertas de la parroquia de la calle Castilla se abrían de par en par. Un reguero de capirotes morados tomaba las calles rumbo al corazón de Sevilla, donde todo es posible.

Algo más tarde de las seis de la tarde se abrían las puertas de la parroquia: La O daba una tregua al palio del Patrocinio que pasaba ante su puerta para poner su cruz de guía en la puerta. Una vez que la dolorosa del Cachorro marchaba rumbo al Altozano, Triana se vistió de raso morado para recibir a su segunda cofradía del día en una tarde primaveral de ensueño.

No hubo miradas al cielo, solo la del Cachorro, y las nubes no hicieron acto de presencia para dar a Sevilla un Viernes Santo pleno, el gran día de Triana. La multitud acompañó a la Hermandad de la O en todo su recorrido, abarrotando el puente y el Altozano, arropándola en la calle Arfe y en su primer paso por Adriano después de recorrer las calles de sabor antiguo en las que reina la Carretería, y colmó de gracia la vuelta de nuevo al templo de Castilla.

La O vivió una jornada perfecta en la que el palio brilló más que nunca por el puente al amparo de una Torre Pelli que se colaba en todos los encuadres de las fotos. Siguiendo al Cachorro como si no quisiera separarse de la otra trianera de la jornada, los de raso morado recorrió la ciudad a golpe de cruz de carey. Una gran tarde para Triana.

Puedes ver una fotogalería completa de La O en nuestro Facebook.

Miguel Pérez Martín

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