Decir que Triana se echó a la calle para arropar a la Hermandad de Pasión y Muerte en su estación de penitencia sería quedarse corto, porque las calles del arrabal se llenaron en la noche del Viernes de Dolores de numerosos amantes de la Semana Santa, trianeros y no, que no quisieron dejar pasar la ocasión de abrir boca con un prolegómeno de lujo, como fue el de la trianera hermandad.
Desde las 20:00 que pisó la calle -adelantaron los horarios media hora- y se despidió de su capilla, hasta bien entrada la madrugada, cuando regresó, la Hermandad de Pasión y Muerte no dio un paso sola, demostró que sabe cómo enamorar a un barrio, que nadie como ellos sabe abrir boca e inundar corazones cofrades.
Un preámbulo único en Triana el que se vivió el viernes, la Semana Grande espera…


R.T.
Fotografías y vídeo: Antonio Antolín



