Triana, señalada por el problema de la ‘movida sevillana’

botellonQue el botellón y los veladores en nuestra ciudad, donde la temperatura a pesar de estar ya metidos en noviembre no invita a otra cosa más que a echarse a la calle, es un problema que choca directamente con el derecho al descanso de todos los ciudadanos es una realidad que recientemente ha vuelto a salir a la luz y que, como cabía esperar, afecta directamente a varias zonas de nuestro barrio: calle Betis y Salado.

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Escenario de multitudinarias reuniones cada fin de semana, las trianeras calles forman parte de una larga lista de espacios de Sevilla en los que la ‘movida sevillana’ sigue siendo un auténtico quebradero de cabeza para el Ayuntamiento de Sevilla, perdido entre medidas que, por el momento, no han surtido efecto.

Tanto es así que, recientemente, Juan Espadas, portavoz socialista, en una reunión mantenida con los vecinos de la Alameda -otra de las zonas afectadas por el botellón- reclamó a Juan Ignacio Zoido, alcalde de Sevilla, que «reaccione ante un problema que se les ha ido de las manos». “Se han incumplido todos los compromisos de incremento de la plantilla policial y se ha abandonado toda la planificación y el dispositivo que existía en la ciudad. No se puede hablar de que se está buscando una solución al problema cuando no hay ni una sola mesa de diálogo abierto ni con los establecimientos ni con las asociaciones de vecinos ni con los jóvenes para buscar soluciones permanentes y no puntuales”, detalló Juan Espadas, al mismo tiempo que lamentó que en las botellonas  y las concentraciones nocturnas “se han perdido tres años y medio” y se han producido “graves retrocesos”.

Del otro lado, Juan Bueno, delegado de Seguridad y Movilidad en el Consistorio hispalense, protagonizó como respuesta una reunión con las delegadas de los distritos Casco Antiguo, Nervión y Los Remedios, los directores de Medio Ambiente y Seguridad y representantes de Urbanismo, Policía Local y Lipasam, tras la que destacó que “desde el Ayuntamiento se va a continuar exigiendo a ciudadanos y establecimientos el cumplimiento de las normas”.

“Estamos trabajando y seguiremos trabajando para compatibilizar el derecho al descanso de los vecinos con el derecho al ocio y al negocio”, señaló Juan Bueno, quien desveló una serie de datos significativos como, por ejemplo, las más de 16.200 denuncias puestas por la Policía Local por infringir la ‘Ley Antibotellón’, o las 400 denuncias que se han contabilizado a lo largo de 2013 a establecimientos por infringir la normativa de veladores, horarios de cierre, etc.

Por su parte, cansados de la problemática y de la falta de soluciones efectivas, los vecinos de Sevilla han decidido unirse creando la plataforma ‘Sevilla degradada’, que engloba a representantes vecinales de Alameda Norte, Los Remedios o Arenal, entre otros, y mediante la cual pretenden hacer presión para que la normativa se cumpla «a rajatabla», solicitando desde ya reuniones con el Ayuntamiento de Sevilla e, incluso, pidiendo la ayuda de la Unión Europea, primeras medidas que, de no ser escuchadas, desencadenaría «medidas más radicales».

En definitiva, el botellón, ese molesto ‘amigo’ que nunca ha terminado de irse de Sevilla parece haber vuelto con más fuerza que nunca, y las calles Betis y Salado, en pleno corazón de Triana, pueden dar buena cuenta de ello…

E. Antolín

 

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