
Las imágenes del pasado además de mostrarnos como eran nuestras calles mucho tiempo antes de que nosotros las pisáramos nos sirven para ver cómo eran la personas de la época, los sevillanos del pasado, cómo vestían, cómo se desplazaban y en muchas ocasiones cómo eran sus vidas. Hoy traemos una foto del Puente de Isabel II en el año 1895. ¿Te imaginas cómo eran los trianeros de la época?
Gracias a esta fotografía de José Caparró Rodríguez que encontramos en el libro de ‘Las 100 fotografías de Sevilla que deberías conocer’, editado por el ICAS de la editorial Lunwerg, podemos ver cómo eran el puente en pleno siglo XIX y perfilar a los trianeros del pasado.
Esta imagen que está hecha en vidrio al gelatinobromuro nos muestra el Puente de Isabel II conocido por todos como el Puente de Triana. Éste es un ejemplo de la naciente arquitectura de hierro que tomó como modelo el puente del Carroulssel de París. Se trata del primer puente fijo de Sevilla, ya te hablamos de su antecesor el puente de barcas en otro reportaje de historia de Triana al día.
Este puente fue inaugurado en 1852 para sustituir al antiguo de barcas. Fue todo un adelanto ya que además de ser más firme y no necesitar las continuas reformas que necesitaba el anterior, con éste se evitaban los reiterados ahogamientos que se sufrían cuando algunos cruzaban y por debajo de este puente sí pueden pasar las barcas, lo que agilizó el comercio y el transporte fluvial de Sevilla. El tráfico que generó este puente contribuyó a la integración de los habitantes de cada orilla, es decir, Triana fue más de Sevilla y Sevilla fue más de Triana.
El proyecto del nuevo puente sobre el Guadalquivir se encargo a los ingenieros franceses Gustavo Steinacher y Fernando Bernadet, que trabajaban en la construcción de dos puentes en El Puerto de Santa María y los talleres de los sevillanos hermanos Bonaplata intervinieron en muchas ocasiones con sus piezas de fundición. La construcción se inició en 1845 y se terminó en 1852, y en su inauguración un desfile militar cruzó el nuevo puente.
Según vemos en la imagen el puente era una zona de Sevilla bastante concurrida, por donde los viandantes pasaban a menudo seguramente para ir a trabajar a la otra zona, ir a comprar o cualquiera de las actividades cotidianas de los sevillanos de la época. Los trasportes de cosas pesadas se hacían en carro y los ropajes de los fotografiados se ven que son de gente humilde y trabajadora. Éste era el puente del trianero de a pie, que además de ganarse la vida como podía, también tenía tiempo de pararse a mirar el río, como hoy en día hacemos todos los sevillanos que cruzamos por el puente.
Laura Liñán