El pasado martes la policía detuvo en el Polígono Calonge a dos hombres por robar en un club de alterne que permanecía cerrado por orden de un juez. Los agentes que asistieron al robo necesitaron asistencia médica tras procederse la detención de los ladrones.
Los detenidos, de 47 y 37 años de edad respectivamente, se introdujeron en el edificio que albergaba el club escalando por un muro. La policía, que fue alertada a través de una llamada al 091, de manera inmediata se personó en la sala donde mientras unos agentes efectuaron una requisa en el interior del local, otros aseguraron las posibles vías de escape y recababan información de los testigos allí presentes.
La policía localizó escondido tras las cortinas de una de las estancias, al primero de los detenidos, que portaba guantes, cizalla, destornilladores y un walkie-talkie, y que ya había apilado sobre la cama hasta siete televisores de otras tantas habitaciones y otros efectos que pretendía sustraer. Casi a la vez, los policías ubicados en el exterior fueron informados de que el otro ladrón había saltado de nuevo el muro antes de su llegada y huido del lugar a bordo de un automóvil, que también era robado.
Tras esto, y con la descripción del huido y del vehículo que conducía se hizo extensiva al resto de indicativos policiales en servicio y la búsqueda del sujeto. Seguidamente, cuatro agentes que patrullaban en motocicleta detectaron el vehículo en la calle Carretera de Carmona, en dirección a la Ronda de Capuchinos, dándole el alto de manera inmediata.
Lejos de detenerse, el ladrón intentó embestirlos y, tras realizar un par de «temerarias» maniobras a gran velocidad, invadiendo los demás carriles y llegando incluso a circular sobre el acerado, se introdujo en dirección contraria por la calle Gonzalo Bilbao tras colisionar con algunos vehículos y allí pretendió continuar su huída a pie, siendo interceptado a los pocos metros.
Tras su detención, a la que se resistió de manera «muy agresiva», dos de los agentes necesitaron asistencia facultativa. Los detenidos, uno con 13 reseñas policiales anteriores y el otro con 25, pasaron a disposición judicial tras la finalización del atestado.
R.N.
