Las calles de Triana: calle San Jorge

triana+12aCada día paseamos por ellas, son parte de la columna vertebral de nuestro barrio y las venas de Sevilla. Conocemos sus rincones, recovecos, cuando giran o dónde se cortan y nos llevan a nuestra casa, a nuestro bar preferido o al comercio de confianza, pero ¿sabemos quién eran realmente los protagonistas que le dan nombre a las calles de nuestro barrio? En Triana al día vamos a ir presentándolas una a una.

A caballo entre la Plaza del Altozano y la calle Alfarería, núcleo de la Triana más profunda se encuentra la calle San Jorge. Tan antigua como el barrio y con esencia de tradiciones. Zona donde se concentraban los negocios de los alfareros y la única que mantiene el carácter gremial, a día de hoy en Sevilla, al concentrar la mayor parte de los artesanos de este género. En la propia calle se encuentra la cerámica de Santa Ana, sede de la fábrica y tienda de cerámica que tiene su origen en 1870 y que luego se mudó al extrarradio.

Mucha historia se esconde tras los muros de esta calle, que han visto en primera persona los vaivenes del trascurrir de los años. Su nombre se lo debe a la antigua fortaleza que allí se hallaba, ahora casi desaparecida y sepultada por el Mercado de Triana. Pero, el Castillo de San Jorge, hace muchos años, fue epicentro del barrio. El origen del mismo es algo casi desconocido, aunque se piensa que fueron los visigodos los que lo construyeron para defender a la población de los diferentes ataques a la ciudad. Posteriormente fue utilizado por los árabes que habitaban Sevilla y es en esta época cuando se encuentran los primeros datos del Castillo. Para ser más exactos, en 1.178, cuando el Infante don Sancho hizo una acometida contra los árabes de Sevilla, atacando al Castillo de Triana.

9_castillo_de_triana_carcel_inquisitorial-sevilla_sUn siglo después se sucedieron los ataques por el rey San Fernando, llegando a expulsar definitivamente a los árabes y siendo ocupada por los cristianos en 1.248. Pasando a manos de diferentes familias su cuidado se fue deteriorando, hasta que en el s.XV vuelve a su máximo apogeo con la Santa Inquisición. La cual ocupa las instalaciones de este castillo, que había sido construido sobre la fortaleza árabe y contaba con 26 cárceles y una Iglesia, primitiva parroquia de Triana. Así fue hasta el s.XVI, producto de las continuas riadas del río los muros estaban en muy mal estado por lo que tuvieron que abandonar el castillo siendo el Duque de Olivares el que se encargaría de su rehabilitación. A finales de este siglo, reparadas las ruinas, volvió a ser ocupado por la Inquisición hasta 1.785.

Tras la marcha del Tribunal, se legó el castillo a la ciudad, pero debido a su antigüedad y a su deterioro por las continuas inundaciones pasó a ser derribado. Así quedaba comunicada la calle Castilla con el Altozano, y sobre el terreno se construyeron viviendas y el famoso Mercado de Abastos de Triana. Aquí comienza una nueva etapa, no marcada por la persecución sino por el trabajo de los alfareros y del sentir de los vecinos de un barrio.

Hoy, lo único que nos queda, además de algunos restos bajo el mercado, es el nombre de la calle que había en su lugar. La calle San Jorge, que se debe a San Jorge de Capadocia, hipotético nombre de una soldado romano de Capadocia, actual Turquía (s.III-IV d.c). Mártir cuya popularidad durante la Edad Media le llevó a ser uno de los santos más venerados en las diferentes creencias cristianas. Tiene un origen muy difuso, pero es cierto que desde muy pronto el pueblo sintió gran exaltación por él, con el paso de los años nos dejó su nombre como legado y quedó al servicio de la historia de nuestro barrio.

Sonia Saco

 

 

 

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