Los trianeros perdieron el domingo ante el San Jerónimo, segundo clasificado, en un partido muy táctico y poco fluido por las continuas faltas e interrupciones del juego. El club rojinegro termina la jornada séptimo, a seis puntos de la UD Bellavista, líder y próximo rival de los del arrabal.
Hay poco que contar de un primer tiempo en el que ninguno de los dos equipos consiguió llevar peligro al área contraria. Ambos conjuntos jugaban a base de balones directos. Ya en la segunda mitad, los contrincantes buscaron un poco más los tres puntos, aunque sin mejorar mucho el juego. Javier Castaño decidió arriesgar, al retirar un central e introducir jugadores de banda para darle un aire fresco al choque. Sin embargo, en un saque de esquina bien ejecutado por el San Jerónimo, un futbolista local logró bajar el balón y, tras revolverse en un mar de piernas, disparó para que la pelota terminara en el fondo de las mallas después de varios rechaces.
Esto supuso un duro golpe que los trianeros no pudieron encajar, más aún cuando dispusieron de una clarísima oportunidad de gol que salvó el portero del San Jerónimo en los minutos finales, cuando hubo además dos peligrosos saques de esquina en los que el guardameta del Triana subió a rematar. “Tenemos un equipo joven que se ha vaciado físicamente. Lo ha dado todo y ha derramado hasta la última gota de sudor. Debemos mantener la cabeza bien alta y seguir trabajando día a día con humildad. A pensar ahora en el flamante líder Bellavista”, comenta al respecto el míster de los rojinegros.
El envite del domingo que viene ante el líder de la categoría se presenta con graves contratiempos para los trianeros, que sufrirán las bajas de seis jugadores que están citados para acudir a la mesa electoral. El Bellavista no ha facilitado la posibilidad de que el partido se cambie de día. “Es totalmente lícito pero lamentable querer sacar ventaja en este deporte a toda costa. Nuestro proyecto es joven y salimos cada partido a disfrutar. Esa será nuestra seña de identidad durante toda la temporada”, finaliza Javier Castaño.
Javier Fernández Maeso
